Cada vez son más frecuentes noticias como “la tecnología wereable llega al ballet”, aunque la traducción más adecuada al castellano sería “tecnología ponible”. Cuando se habla de ropa inteligente se hace referencia a aquellos objetos conectados con estos elementos cotidianos que aportan información útil acerca de ciertas cosas.

La utilidad de estos objetos conectados es casi ilimitada, sus límites está marcados por la imaginación humana y la tecnología. Por ejemplo, puede conectarse un mecanismo digital a los zapatos de una bailarina para descubrir con precisión cuál es el movimiento de las zapatillas sobre la superficie. El resultado es un mapa deslumbrante, visualizando en pantalla lo que no se puede apreciar a simple vista.

Evolución de la ropa inteligente

Utilidades de la ropa inteligente

Desde el boom informático de la tecnología en los años 90 se ha hablado mucho del Internet de las cosas, un escenario donde todo está interconectado. Desde objetos, plantas, animales y, por supuesto, seres humanos. En este mundo interactivo, todos poseen un identificador único para poder comunicarse con otros usuarios y su aplicación es muy variada. Por ejemplo, en el Internet de las cosas para el deporte, con un sistema de control de movimiento en unas zapatillas de deporte pueden medirse los kilómetros y las calorías que ha quemado un usuario. Lo mejor de todo es que esos datos se pueden sincronizar con cualquier otro dispositivo móvil para medir el progreso o que formen parte del entrenamiento personal.

Cada día un usuario medio introduce en su ordenador una media de diez contraseñas que suelen estar compuestas por letras, números y caracteres. A todos en algún momento se le ha olvidado alguna de las contraseñas y ha usado el tan socorrido sistema de “¿olvidaste tu contraseña?” Sería genial poder imaginar un dispositivo que recordara las contraseñas de manera segura. Pero ya no es necesario imaginarlo, existen pulseras gracias al Internet de las cosas en la ropa, donde cualquier dispositivo con el programa indicado detecta la pulsera y automáticamente da acceso a la página a la que se intenta acceder. Aunque también funciona con cerraduras electrónicas, coches, bicicletas y mucho más.

Para pacientes de Alzheimer

Hasta ahora, todos los accesorios ponibles están dentro del grupo de complementos, pero también hay otros dispositivos que realmente son un gran avance para las personas. Como es el caso de los calcetines inteligentes, que sirven para mejorar el cuidado de los pacientes de Alzheimer. Muchos enfermos tienen grandes dificultades a la hora de dar paseos sin la supervisión de cuidadores, por lo que los calcetines permiten controlarlos a distancia. Estos calcetines inteligentes detectan cuando la persona deja de estar en reposo y se dispone a caminar. Estos objetos conectados, sincronizados con el teléfono móvil, hacen que se puedan seguir los movimientos y la actividad de los enfermos de Alzheimer.

Pueden comprobarse de esta manera las infinitas posibilidades que ofrece el Internet de las cosas.

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