Si existe un lugar por excelencia donde la tecnología para hacer la vida más cómoda a las personas es bien recibida, ese rincón del hogar es la cocina. Es el lugar donde más satisfacción o pereza produce entrar, ya se trate de personas amantes de la cocina o, por el contrario, de aquellos otros que no se atreven ni a probar la experiencia de freír un huevo. Si la lavadora, el frigorífico, la secadora, el microondas o, llegando más lejos, el robot de cocina, vino a marcar todo un antes y un después en la vida de las personas, todavía queda mucho camino por recorrer. Apenas está naciendo la era de los objetos conectados y, con ella, el Internet de las cosas en el hogar. Son muchas las novedades que ya están en el mercado relacionadas con el Internet de las cosas en casa. Las más solicitadas son las tecnologías referentes al Internet de las cosas en la cocina. Cualquier producto electrónico puede estar conectado a Internet sencillamente mediante un pequeño controlador.
Ollas a presión y hornos conectados
Hay ollas que pueden conectarse al smartphone mediante Bluetooth. Las posibilidades que se ofrecen son infinitas, ya que con esta tecnología, las ollas permiten al usuario elegir entre numerosas recetas, mostrarle los pasos necesarios para prepararlas, avisarle cuando tenga que bajar el fuego porque haya subido la presión o cuando el plato esté listo para comer. Incluso es posible cocinar los alimentos al vacío, en una bolsa de plástico después de seleccionar la receta en la aplicación móvil.
También los hornos están conectados a Internet y permiten al usuario optar entre varias recetas y regulando la temperatura y los tiempos.
Termómetros conectados
Ideales para los más perezosos o para quienes adoran aprovechar su tiempo al máximo, ya que estos termómetros, colocados en el alimento y conectados al smartphone, hacen saltar una alarma cuando la temperatura es la perfecta para preparar la barbacoa. Con la facilidad de que el Bluetooth tiene un alcance de hasta 40 metros.
Básculas de cocina conectadas
Para cocineros noveles y todas aquellas personas que no consiguen calcular bien las medidas de los ingredientes cuando cocinan, estas básculas lo hacen por sí solas.
Hervidores y cafeteras conectadas
Hacen posible que el café comience a prepararse antes incluso de que levantarse de la cama. El funcionamiento es curioso, ya que únicamente necesita estar lleno de agua y el hervidor detecta por sí solo cuándo el teléfono está en la casa, adivinando que el usuario querrá poner el agua a calentar. Mediante el iPhone, se elige la temperatura de ebullición. La cafetera además, permite al usuario seleccionar el aroma, la intensidad o el tamaño del café, y avisa cuando quedan pocas cápsulas.
En definitiva, los objetos conectados mediante el Internet de las cosas son un sueño hecho realidad para muchos.
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La verdad es que el tema de los termómetros conectados me hace mucha gracia, porque puedes estar en el sofá y automáticamente ver lo que se cuece
Pues sinceramente lo que más me gusta es el tema de los frigoríficos conectados. Que el frigorífico te avise cuando la cerveza está fresquita, fresquita es una idea que me encanta.
Yo estoy con Bea en el tema del friogorífico conectado. O mejor de la cerveza conectada.